Feligresía católica de la Universidad Nacional Agraria, se reunió en el parqueo central este viernes 12 de enero para participar en la Santa Misa Campal que el Consejo de Dirección organizó en acción de gracia por un nuevo año lleno de paz, salud y trabajo.
La ceremonia eucarística fue oficiada por el padre Antonio Castro, quien dio la bendición a los docentes, trabajadores administrativos y estudiantes que participaron en la celebración.
En sus palabras el sacerdote instó a la comunidad cristiana a reflexionar sobre lo que se hizo en años anteriores y a sumir los nuevos logros, retos y desafíos en este nuevo año 2024.
“Es importante pensar que hemos hecho muchas cosas buenas en todos los campos, en todos los aspectos, hemos hecho realidades, proyectos que eran un sueño, hemos avanzado en el campo social, productivo, en la salud, en lo cultural, deportivo y en la formación de especialistas; cada uno de estos logros hay que valorarlos y agradecerle a Dios”, dijo el párroco.
En su homilía, también nos invitó hacer conciencia de lo que tenemos y hemos logrado con amor y sacrificio para nuestro pueblo, igualmente a valorar la sangre de aquellos hermanos que entregaron sus vidas por nuestra patria.
Evocando la lectura de Samuel “Aquí estoy para hacer tu voluntad, ¿por qué me has llamado?”, el sacerdote pidió saber escuchar y tener la sabiduría para reconocer la acción de Dios en cada cosa que hagamos y ser signos de unidad, signo de vida, signo de amor y signo de paz.
Por su parte el ingeniero Alberto Sediles, rector de la UNA, en nombre del Consejo de Dirección saludó a la comunidad católica manifestando que, “nunca debemos olvidar que nuestro principal propósito en la vida es hacer conocer el Reino de Dios y vivir como mandan los evangelios con espíritu misionero”.
Sidiles compartió que “debemos ser constructores de esta nueva sociedad que va de la mano de nuestro Buen Gobierno y aprovechando este año con las bendiciones y desafíos que se han dado; siendo una nueva oportunidad para todos y seguir creciendo en lo emocional, en lo personal, en lo familiar, en lo profesional, en lo laboral y sobre todo seguir creciendo en el compromiso revolucionario, inspirados en esos 50 mil héroes y mártires que estuvieron en toda la lucha libertaria de Nicaragua y que ofrendaron su vida por nuestro pueblo”.